EL RACÓ DEL LECTOR/ TIRUPATHAMMA RAKHY.
Tiempo de hojas. De aquellas nítidas y transparentes con colores de tierra, decorando caminos de sueños, recaudan palabras fugadas de una estación que ardían pies descalzos.
Suelo acordarme de unos versos de Gustavo Adolfo Bécquer en las que habla de las golondrinas, los pájaros que parecen que se divierten paseando con sus delicadas alas cerca de mis ventanas. El poema dice así:
“Volverán las oscuras golondrinas,
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
ésas…¡no volverán!(…)”
Ellas, las golondrinas marchan con lentitud, perezosas y ligeras de equipaje, como decía Nino Bravo en la canción de Un beso y una flor:
“Es ligero equipaje para tan largo viaje,
las penas pesan en el corazón.
Más allá del mar habrá un lugar
donde el sol brille más.”
Sin embargo, este otoño parece que no habrá calma en las calles, la sociedad ha mezclado temas que la realidad ha sido cruelmente asesinada. Los cobardes buscan la noche para enfrentarse a una guerra de ardientes fuegos, de cuerpos de seguridad golpeando sin reparo…Los días son las consecuencias de aquellas horas efervescentes…
Mi Barcelona se está muriendo… Los versos son lágrimas del alma sollozando con desesperación, el miedo a flor de piel.
Derrochan odio, venganza y la sangre es el destino final. Nuestro querido aeropuerto atrapado, pasajeros con viajes cancelados, aviones congelados, carreteras cortadas por tramos.
Éste viernes 18 de octubre, todas las posibles entradas hacia la gran ciudad cortadas por manifestación. Gritos de reclamación para una libertad que pierde valores, ética y civismo. Una reivindicación que salta todas las leyes.
¿Qué te están haciendo querida Barcelona?
¿Dónde quedaran tus hermosos caminos que van de montaña a mar, cruzando ríos?
El viento siempre bailaba al son de tu felicidad. Quién te visita no te reconoce, quién te ama y admira, te observa en el silencio distante.
Sé fuerte, valiente y no dejes que te quedes muda. Revélate contra quién te quema. Diles que la guerra es la solución de una destrucción devastadora. Bastante has sufrido cincuenta años atrás…
¿Quién pondrá freno a este desgarrador e inconsciente sentido común?
Quién te ama… no te destruye.
Tirupathamma Rakhi